Imagen extraída de "En Racimo"
Mt 12, 14-21 (+Leer): ..."No gritará, no voceará por las calles. la caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará..."
Para los Esposos
¡No contraigas matrimonio para llenar tus carencias afectivas! Primero llena tu vida de amor para la otra persona y entonces pídele que se case contigo. Al matrimonio se va a dar y no a pedir. No caigáis en la trampa de pensar: “esa/e es mi media naranja. ¡A por ella o a por él!”. Llena o soluciona tus carencias afectivas y luego ve al matrimonio. El matrimonio es comunidad de amor, no reunión de dos medias naranjas.
Julián Escobar.
Pureza de corazón.
Éranse dos ermitaños que vivían cada uno en su isla. El ermitaño joven se había convertido en una pequeña celebridad, mientras que el anciano era un perfecto desconocido.
Un día, el anciano tomó una barca y se fue al islote del afamado ermitaño. Le rindió honores y le pidió una enseñanza. El joven le entregó un mantra y le dijo cómo había de repetirse.
Agradecido, el anciano volvió a tomar la barca y se dirigió a su isla, mientras el joven se sentía orgulloso de su sabiduría. El anciano, sencillo y de corazón puro, se sentía feliz con su mantra.
Estaba el joven ermitaño leyendo las escrituras, cuando a las pocas horas de marcharse, el anciano regresó. Estaba triste y dijo: Venerable asceta, resulta que he olvidado las palabras exactas del mantra. ¿Puedes decírmelo otra vez?
El joven lleno de orgullo se lo dijo y pensó: Este pobre hombre no puede avanzar por la senda hacia la Realidad si no es capaz de recordar un mantra. Pero cual no fue su sorpresa cuando vio que el anciano partía hacia su isla caminando sobre las aguas.
Texto extraído de "Parroquia el Pilar. Soria"
Vídeo de "Youtube"
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