Imagen extraída de "mscperu"
Mt 13, 47-53: ... "El reino de los cielos se parece también a la red que se echa en el mar y recoge toda clase de peces... los buenos en cestos y los malos se tiran..."
Para los Esposos
"Pedro ¿por qué te compras cada año un bañador?" - le preguntó su esposa. "Cariño, ya sabes, renovarse o morir", le respondió él con sonrisa bobalicona. ¿Qué entendía Pedro por "renovarse o morir"? ¿Es cambiar de bañador? Pedro es de esos que, siendo maduritos, se creen jovencitos y quieren aparentarlos poniéndose cada año el bañador de moda. ¿Es usted uno de éstos? ¡No vaya presumiendo por la playa de 18 años si pasa de los 40!
Julián Escobar.
Felicidad.
Es un bello espectáculo ver, durante los cálidos paseos de agosto, cómo revolotean las efímeras a las orillas de los ríos. Cuando el sol ha traspuesto las cumbres de los montes, y se envuelve la tierra en el manto gris de la bruma, vienen a flor de agua, templadas por el astro del día. Despliegan las alas, se ensayan una y otra vez con aleteo tembloroso y finalmente se lanzan al cielo. ¡La vida! ¡Por fin gozan ya de la vida! La vida por los inmensos espacios libres, sin cadenas, tal como ellas la habían soñado, cuando en las prisiones de su crisálida pensaban en la dicha que las esperaba cuando salieran a la libertad y a la luz. El ambiente, al aire libre, las embriaga y las enloquece.
De pronto en el horizonte aparece una llama, una llama que ilumina la claridad de la noche. -¡Oh, es una estrella!, dicen, y vuelan a sorprenderla. Muy abajo está para ser estrella, pero ¡son tan pequeñas y débiles las de arriba! Vuelan, pues, hacia abajo, donde la luz es más viva y más intensa. Una hora después las veréis caer muertas a millares, al pie del reverbero, formando con sus blancos cuerpecillos como un círculo de nieve. Su vida, que dura esa hora en eso se emplea, en arremolinarse alrededor de la llama, chocar una vez contra los cristales del farol, quebrando en ellos las tenues antenas, restregando sin cesar las alas, con pérdida de su hermosura, sin que logren jamás acercarse a la llama, que era la estrella que les prometía la felicidad. Al derredor de ella van, vienen, giran y mueren.
¿No os parece, mis hermanos, que esta es la triste historia del corazón humano? ¿No os parece que también nosotros en nuestra vida efímera tomamos por estrellas los reverberos?
Vídeo de "Youtube"
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