Imagen extraída de "El vuelo de volvoreta"
Lc 17, 1-6: ."Si tuviérais fe como un grano de mostaza diríais a esa morera, arráncate de raíz y plántate en el mar, y os obedecería".
Educar y educarnos
La envidia es una manifestación de inferioridad.
El envidioso es como un gusano que quiere roer al que envidia.
- Manuel, ¿es usted algo envidioso?
- ¡No! Tengo mis defectos, pero no el de la envidia. Tampoco tengo tiempo para ejercer de envidioso.
- ¿Cómo?
- El envidioso se pasa todo el tiempo intentando meter cizaña entre familiares, amigos y conocidos. Difama y acusa. Además es astuto, pues llega a transformar la mentira en verdad, o a que los demás la tomen como verdad. Santo Tomás de Aquino decía que la madre de la envidia es la soberbia, y sus hijas, el odio y la murmuración.
Y usted...
- ¿Es usted envidioso?
- ¿Difama a quien le cae mal?
Hágase el propósito, hoy, de no murmurar de nadie aunque lo hagan de usted.
El envidioso es como un gusano que quiere roer al que envidia.
- Manuel, ¿es usted algo envidioso?
- ¡No! Tengo mis defectos, pero no el de la envidia. Tampoco tengo tiempo para ejercer de envidioso.
- ¿Cómo?
- El envidioso se pasa todo el tiempo intentando meter cizaña entre familiares, amigos y conocidos. Difama y acusa. Además es astuto, pues llega a transformar la mentira en verdad, o a que los demás la tomen como verdad. Santo Tomás de Aquino decía que la madre de la envidia es la soberbia, y sus hijas, el odio y la murmuración.
Y usted...
- ¿Es usted envidioso?
- ¿Difama a quien le cae mal?
Hágase el propósito, hoy, de no murmurar de nadie aunque lo hagan de usted.
Julián Escobar.
Las tres cribas.
Un día, alguien fue a buscar a Sócrates y le dijo: tengo que contarte cómo se ha comportado tu amigo.
Un momento, le dijo el sabio. ¿Has pasado lo que me vas a decir por las tres cribas?
¿Qué cribas?
La primera: la de la Verdad. ¿Lo has visto tú mismo o te lo han contado?
No, me lo han contado.
Bien, bien. Pero lo habrás filtrado por la segunda criba, la de la Bondad. Si lo que me quieres contar no es del todo verdad, al menos será algo bueno.
Oh no, todo lo contrario…
Ensayemos la tercera criba. Veamos si es útil lo que tantas ganas tienes de contarme.
¿Útil? No necesariamente.
Entonces dijo Sócrates sonriendo, si lo que tienes que decirme no es verdadero, ni bueno, ni útil, prefiero no saberlo.
Y a ti, te aconsejo que lo olvides.
Vídeo de "Youtube"
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