Imagen extraída de "Vivir fi"
Lc 20, 27-38: .En esta vida hombres y mujeres se casan, pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de los muertos... No es Dios de muertos, sino de vivos.
Educar y educarnos
- Manuel, le veo con la cara alegre.
- Es verdad. Me ha ocurrido algo gracioso con mi Isabel. Estábamos los dos tomándonos unos aperitivos, me sonó el móvil, hablé unos minutos. Al terminar mi Isabel me preguntó quién era y al decirle que era nuestra hija… ufff. “¡No puede ser! Ella siempre me llama a mí. ¡No puede ser!” Y miró su móvil por si la había llamado y ella no se hubiese dado cuenta. ¿Qué le parece?
- ¿Y por algo tan anodino se ha alegrado usted tanto?
- Me he alegrado por la cara de sorpresa de mi Isabel. Cuando hay tanto amor entre los esposos cualquier insignificancia lo conviertes en acontecimiento.
Julián Escobar.
La competición.
Érase una vez un grupo de ranas que habían organizado una competición entre ellas.
El objetivo era alcanzar la CIMA de una torre bastante alta. Una muchedumbre de curiosos se reunió para animar a las participantes.
Se dio la orden de salida y las ranas se pusieron a correr. Pero no había nadie que creyera que las ranas consiguieran alcanzar la cima de la torre.
Y gritaban: Oh, es demasiado difícil. Nunca lo conseguirán. Es imposible, la torre es muy alta…
Las ranas iban cayendo al suelo una tras otra, excepto las que con un nuevo impulso subían un poco más arriba.
La gente seguía gritando: Es demasiado difícil. Ninguna lo conseguirá.
Muchas ranas se cansaron y abandonaron. Pero había una que seguía subiendo cada vez más arriba. Se negaba a abandonar el reto. Todas habían dejado de intentarlo, excepto ésta que poco a poco, después de un gran esfuerzo, llegó a la meta.
Después de la carrera todas las ranas querían saber cómo lo había conseguido.
Parece ser que era SORDA.
Vídeo de "Youtube"
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