Obra bien y tocarás a Jesús (jueves 23 ene 2014)

Imagen extraída de "Razones para creer en Jesús"

Mc 3, 7-12 (+Leer): .... como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo...

Educar y educarnos
"Largo es el camino por medio de las enseñanzas, breve y eficaz por medio de los ejemplos".
Ya lo decía, Jesús: "Si no creéis en mis palabras creed en mis obras". Por eso en el Génesis se lee: "Dios dijo y se hizo" (Gen 1,3). Las palabras de Dios, las palabras de Jesucristo eran creadoras, eran eficaces. Así quien acoge las palabras divinas es fuerte ante el mal.
Santa Teresa de Lisieux, se dió cuenta que el mal teme al bien, que quien lleva la Palabra de Dios se convierte en un peligro para el mal. A ella, siendo niña, le pareció ver dos diablos, que escaparon en cuanto la vieron. Quizás sea una imagen infantil, pero expresa la verdad: El bien vence al mal.
Y usted...
¿Qué domina en usted las palabras o el ejemplo?

Julián Escobar.

El árbol de los problemas.

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo, y su antiguo camión se negó a arrancar.

Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.

Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.

Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos hijos pequeños y le dio un beso a su esposa.

Posteriormente me acompañó al coche. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo hizo con el árbol.

"Oh, ese es mi árbol de problemas", contestó.

"Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos.

Así que los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa, y por la mañana  los recojo otra vez".

"Lo divertido es", dijo sonriendo, "que cuando salgo en la mañana a recogerlos, nunca hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior".

Texto extraído de "Reflexiones Jaerucs"

Vídeo de "Youtube"