Imagen extraída de "Cebiclar"
Mc 10, 1-12 (+Leer): ..."lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre".
Educar y educarnos
- ¡Vaya, Isabel, hoy va usted a la compra! ¿Le ha dado día libre a su marido?
- ¡Gracias por tan cariñoso saludo! ¿Usted es tan antipático y mostrenco porque se lo propone o lo es usted de nacimiento?
- ¿Qué tiene de ofensivo mi saludo para que me insulte usted?
- ¡Un saludo muy fino! Algo así: Qué, sargenta, ¿le ha dado día libre a su esclavizado marido? Y no soy sargenta ni tengo esclavizado a mi Manuel porque ¡entérese bien! Donde hay amor lo que manda es hacer feliz a tu esposa/o. ¡No, no se esfuerce en comprenderlo, para usted es incompresible!
- Isabel, que yo sólo intento ser su amigo, hacer que surja alguna química entre usted y yo. Llevarnos bien.
- Porque sé que eso de que haya química entre usted y yo, lo dice con buena intención, de lo contrario le arreaba con la bolsa de dos kilos de tomates que llevo. Pero en una mujer casada la única química que debe tener es con su marido. La química de que una mujer te da una sonrisita y usted le da una palmadita en el hombro mientras bobaliconamente le balbucea: “siento hacia ti una gran estima, tenemos que conocernos más”. Uff… Los hombres se hacen el león herido y cuando la tigresa se dispone a curarles las ficticias heridas el león herido la hiere abofeteándola y mancillándola con mil podridas promesas. ¿No lo cree usted así?
- ¡Usted es una feminista exagerada!
Y usted…
¿sabe guardar las composturas con los amigos/as?
¿sabe respetar a la casada, al casado?
Julián Escobar.
Vídeo de "Youtube"
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