Imagen extraída de "www.nurmaya.com"
- ¿Por qué culpas a los demás de tus estados de ánimo?
- ¿Por qué te engañas a ti mismo?
Me gusta recordar lo de aquel sabio cuyo enemigo le preguntó: “En mi puño cerrado tengo un pajarillo, ¿cómo está? ¿Muerto o vivo?”. El sabio le respondió: “Está como tú quieres que esté. Si te digo que está vivo apretarás el puño y lo ahogarás. Si te digo que muerto abrirás el puño y saldrá volando”. Casi siempre os autoengañáis o culpáis a los demás de vuestro desánimo o pequeños sufrimientos. Cada mañana debéis decirme: ¡Levanto mi alma hacia Ti, Señor! En vuestro puño tenéis el amor y la alegría, los puedes asfixiar o darles la vida.
Julián Escobar.
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