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- ¿Sientes odio con frecuencia?
- ¿De dónde brotan tus odios y ojerizas?
Tienes que tener mucho cuidado de que tu corazón no se te convierta en uno de piedra. Los que tienen corazón de piedra, de palabras y de obras las toman e intentan lapidar a Jesucristo o a las personas si les cae mal. ¿Por qué odiaban a Mi Hijo Jesucristo los poderosos de su tiempo? ¿Tenían algún motivo? Lo odiaban porque no era como ellos querían que fuese. A ti puede sucederte lo mismo. Quizás pienses que tienes razones más que suficientes para odiar a tal o cual persona. ¡Nunca hay razones para desear el mal a nadie! Si te han hecho mal y tú les deseas mal, ¿no eras igual a ellos?
Julián Escobar.
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