Imagen extraída de "www.aedru.org"
- ¿Por cuánto te venderás?
- ¿Por cuánto comprarás a la persona que más amas?
Te recuerdo que te vendiste por una falsa promesa: “Si comes de este fruto serás como Dios”. Y tú comiste, te vendiste por querer ser como Yo, tu creador. ¿Quieres un consejo, hijo mío? Si tienes en cuenta tu debilidad nunca te fiarás de ti mismo, y buscarás mi fortaleza: “Todo lo puedes en Aquel que es tu fortaleza”. Y ese Aquel soy Yo, tu Dios. Un buen hijo mío, Agustín de Hipona, Escribió: “No hay pecado ni crimen cometido por otro hombre que yo no sea capaz de cometer por razón de mi fragilidad; y si aún no lo he cometido es porque Dios no lo ha permitido y me ha preservado del mal”. ¡No lo olvides nunca! Y reza el Padrenuestro, donde me pides: “que no te deje caer en la tentación”.
Julián Escobar.
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