Imagen extraída de "4.bp.blogspot.com"
- ¿A qué pecado tienes más horror?
- ¿Por qué caes en las mismas faltas?
Tú sabes bien que tropiezas una y otra vez en las mismas “piedras”. ¿No sabes que terminas discutiendo con tu esposa/o por las mismas cosas un día y otro? ¿Por qué no pones remedio? Aunque no lo creas, las discusiones por simples y efímeras que sean, van deshojando la convivencia, le dejan “desnuda” como las heladas de invierno a la naturaleza. ¿Te tomarías un rico café sólo o con leche con una mosca dentro? Los “pequeños” pecados, como las pequeñas discusiones soterradas, son tazas de rica convivencia, pero con moscardones dentro. ¡Arranca de raíz las malas hierbas de la convivencia!
Julián Escobar.
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