Imagen extraída de "4.bp.blogspot.com"
- ¿Te cuesta ser discreto/a?
- ¿Te entrometes?
Yo, tu Dios, actúo siempre con máxima discreción. Mis manos son invisibles cuando ayudo o acaricio. Esta mañana una señora me hizo reír. Su oración fue así: “Señor, te lo pido con toda mi alma. Dame fuerzas para resistir, cuando visite a mi hijo y a mi nuera, para no entrometerme en nada. Que venza mis impulsos de pasar a la cocina para ver si la tiene limpia y ordenada. Si ves que no resisto, pega mi trasero al sofá del salón. Te lo pido de todo corazón”. ¡Qué importante es ser discreto/a! Una madre que visita a su hijo y a su nuera, va como madre, no como inspectora de sanidad. En las visitas que hagas lleva cariño y alegría y jamás intenciones cotillas.
Julián Escobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario