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- ¿Por qué eres tan perezoso para asistir a los actos de tu parroquia?
- ¿No te sientes parte de ella?
Tú debes tomar conciencia de que el cristianismo no es inercia, ni tranquilidad, ni tibieza, ni holgazanería, ni un sueño de rosas, ni una mochila de ilusiones, sino vida y ánimo de lucha por la causa más hermosa: ¡Seguir a mi Hijo, Jesús! Lo mismo que un organismo vivo es sano mientras puede luchar contra los enemigos que atacan la salud, de igual manera tú eres un cristiano bueno cuando le haces frente a tu pereza o indiferencia, y más en lo religioso. ¿Crees que mi Hijo Jesús fundó su Iglesia por gusto o no tuviese que hacer otra cosa? La fundó por ti, para ti y para que tu fueses miembro vivo de ella. ¿Cuándo te sacudirás de tu modorra religiosa?
Julián Escobar.
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