Imagen extraída de "bodaestilo.com"
- ¿Tienes sentido del humor?
- ¿Sabes reírte hasta de tus propias “simpleces”?
“¡Toda una desgracia, todo un desastre! Ayer, Señor, yo, tu devota Pilar quise casarme, pero… mi alianza se perdió, ¡Seguro que fue el chorizo de mi cuñado, que es dado a apropiarse de lo ajeno!, mi Sotero se presentó en pantalones vaqueros porque con el traje se veía “demasiado afeminado”. En la Iglesia mi madre y mi suegra se tiraron de los pelos, pues la muy pécora de mi suegra me llamó “avispa cojonera”. Las flores en vez de blanca eran moradas para simbolizar la penitencia que tendría que hacer mi Sotero al casarse conmigo. Y el colmo fue cuando aparece el sacristán y dice: “El cura ha sufrido un desmayo. Así que se aplaza la boda sine die”. Y yo, Señor, sin ton ni son me dio por reír como si fuera el no va más del humor”. ¿Te parece la historia estrambótica? ¿Has sonreído con ella? El comienzo de la felicidad es tener sentido del humor.
Julián Escobar.
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