Imagen extraída de "www.cl.all.biz"
- ¿Qué actitud tomas ante pequeñas desgracias?
- ¿Lo consideras una maldición?
Yo, tu Dios, nunca mando castigos, pero sí que animo a que se saque bien de toda desgracia. Te presento a un habitante del cielo para que te cuente su experiencia:
«Yo era muy rico, y como Job, de la noche a la mañana me encontré, pobre, pobre como una rata. Comencé a ir de un lugar a otro, pidiendo limosna. Vi a un hombre que movía el trigo de un saco a otro.
- ¿Por qué no dejas al trigo quieto? – le pregunté.
- Para que no se pudran los granos ni críen gusanos. – me dijo.
Más adelante ví a otro arando la tierra. Y le pregunté por qué lo hacía y me respondió:
- Para esponjar la Tierra y se pueda empapar de agua y del sol.
Más adelante otro que cortaba los sarmientos de la vid. ¿Por qué lo haces?
- Para librar a la vid de los sarmientos secos e inútiles y broten otros nuevos y den más frutos.
Entonces caí en la cuenta que yo era trigo, tierra y vid, que necesitaba labrarme para venir al cielo. »
Julián Escobar.
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