Imagen extraída de "www.periodistadigital.com"
Iglesia humilde y pobre
Ésta es la gloria de la Iglesia: llevar en sus entrañas toda la kénosis de Cristo. Y por eso tiene que ser humilde y pobre. Y una Iglesia altanera, una Iglesia apoyada en los poderes de la tierra, una Iglesia sin kénosis, una Iglesia llena de orgullo, una Iglesia autosuficiente, no es la Iglesia de la kénosis de san Pablo (la que quiere Cristo).
- ¿Sabe vivir con sencillez y alegría evangélica?
- ¿Es usted miembro de la Iglesia que atrae a los demás por sus obras buenas?
Textos de Mons. Romero con preguntas Julián Escobar.
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