Imagen extraída de "www.sanfer.org"
Cuando don Juan de Austria, después de la batalla de
Lepanto, arribó, al frente de su victoriosa escuadra, al puerto de Mesina,
llevando a remolque amarradas a sus popas, como botín de guerra, cerca de
doscientas galeras arrebatadas al poder de los turcos, y como trofeo insigne
más de trece mil cristianos rescatados de la esclavitud de los remos, fue
recibido apoteósicamente.
Arcos de triunfo, salvas de cañones, repiques de campanas,
vítores y aplausos de las muchedumbres, colgaduras e iluminaciones, músicas y
regocijos. Todo para festejar al héroe de Lepanto. ¿Cómo tendríamos que
festejar la Resurrección de Cristo?
·
¿Cómo influye
en usted la Resurrección de Cristo?
Julián Escobar.
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