Imagen extraída de "www.sanfer.org"
Lo canta el salmista. En el salmo 109, en él, Jesucristo, se
lo aplicó a sí mismo, se indica claramente el reino eterno de Cristo. “El Señor
dijo a mi Señor; Siéntate a mi diestra, mientras pongo a tus enemigos postrados
debajo de tus plantas. El señor va a dilatar tu potestad real desde Jerusalén
hasta el fin de la tierra y de hoy en adelante reinarás en medio de tus
enemigos. Mas el imperio que yo te doy sobre las criaturas, resplandecerá
principalmente en el día de tu fortaleza, entre los esplendores de los santos.
Antes de los siglos yo te engendré. El Señor lo juró y nunca le pesará: Tú eres
sacerdote eterno según el orden de Melquisedec. El Señor estará siempre a tu
lado y en el día de su ira aniquilará el poder de los reyes de la tierra. Te
vengará de las naciones rebeldes. Multiplicará sobre ellas sus castigos,
quebrantará las cervices altivas, que osaren levantarse contra ti. Más este
Hijo del Omnipotente no será elevado a tanta grandeza hasta que haya bebido sin
tasa las aguas de amargura en el torrente de una vida mortal”.
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¿Cree
usted en la resurrección de los Cuerpos?
Julián Escobar.
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