Imagen extraída de "www.sanfer.org"
Napoleón, cautivo en Santa Elena, dijo un día a los que le
acompañaban en aquel destierro: «Ciertamente, Jesucristo resucitó, poniendo así
el sello de la divinidad a su doctrina. Porque si no, ¿concebís a un muerto
conquistando el mundo, y que les inspire toda clase de privaciones? Aún estaba
caliente el cadáver de Turena y su ejército se desbordaba delante de
Montecúculi; y a mí, que vivo todavía, me olvidan mis ejércitos, como a Aníbal
el ejército de Cartago». (GALDÍCANO.-T--D. LLORENTE, pág. 99.)
·
¿Tiene usted
presente que las palabras y la Resurrección de Cristo jamás serán borradas de
la Tierra?
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¿Es usted
cautivo del pesimismo, de la desesperanza?
Julián Escobar.
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