Imagen extraída de "4.bp.blogspot.com"
Actualmente tenemos un problema muy serio: en la vida se nos educa para la felicidad, pero se nos habla muy poco del dolor.
Nos puede ocurrir como a aquella persona que quería cruzar el desierto. Todo el mundo le hablaba de la arena, de las dunas, de los camellos, de los beduinos, de las noches frías… pero nadie le alertó de la escasez de agua y de la peligrosidad de los escorpiones.
María, por el contrario, nos alerta de las cruces que nos esperan en la vida. Pero, eso sí, también nos dice algo muy importante: ¡YO OS ACOMPAÑARE EN EL DOLOR!
¿Rezamos a María cuando las cosas no nos van bien? ¿Rezamos por los enfermos?
El amor es sólo para los valientes. ¿Quién es capaz de ejercer que “la medida del amor es amar sin medida”? ¡El bien de las personas que amamos debe estar por encima de nuestro bien!
Julián Escobar.
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