Imagen extraída de "api.ning.com"
El silencio, entre otras cosas, es bueno para pensar, reflexionar, escuchar y….aprender.
El silencio es un bien escaso. Y ¿lo más grave? Que no sabemos vivir en silencio.
A veces se nos hace insoportable. Parece como si necesitásemos decibelios para vivir.
Pidamos a la Virgen María que nos haga buscar esos espacios de paz, de serenidad, de encuentro con nosotros mismos.
Pidamos a la Virgen María que seamos menos ruidosos y que estemos más atentos a lo que se nos dice, se nos indica o se nos educa.
¿Les tienes miedo a tus deseos? ¡No! Pero sí a los deseos de los demás, o a las emociones de los demás. ¿Por qué? Porque conocer las emociones de los demás influye en mis emociones. Sintiendo nula empatía me hace sentirme superior.
Julián Escobar.
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