Imagen extraída de "www.oblatos.com"
Como el agua que se deja arrastrar por la pendiente de un manantial; como una piedra que cae por el impulso de la gravedad; como los hilos que se entrecruzan en un telar….así fue María. Se dejó llevar por Dios. Se dejó hacer por Dios. Se dejó conducir por Dios.
A nosotros, que nos gusta confundir libertad con libertinaje, necesidad con capricho o personalidad con egoísmo, María nos ofrece una gran lección:
CON DIOS TODO, SIN EL…MARIONETAS DEL MUNDO
¿Confío en Dios? ¿Noto su mano? ¿Le pregunto qué es lo que quiere de mí?
Hay personas que viven con muchísimo miedo. Sienten el miedo con la fuerza y destrucción de una cabaña de madera ardiendo en un día de verano. Para menguar el miedo hay que sentirse acompañados y protegidos por personas, que nos quieren, y, ¿quién nos quiere más que Dios?
Julián Escobar.
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