Imagen extraída de "fhjnazareno.org"
Cuando estamos llenos de felicidad, normalmente, a pocos se nos ocurre ir a compartirla con los demás. En cambio, María, al sentirse tocada por Dios, llena de Dios, quiso mostrar su alegría y salir al encuentro de su prima Santa Isabel que, también esperaba a Juan Bautista.
¿Demuestras tu alegría con los que te rodean? ¿Haces algo para que los demás sean felices? ¿Te pones en camino aún a riesgo de perder parte de tus derechos?
Debes estar pendiente de las necesidades de los demás, y en especial de los de tus seres queridos. María vio que faltaba el vino en la boda de Caná? Y le pidió a su Hijo que le ayudara a los recién casados. ¡El amor siempre está vigilante para hacer felices a los demás!
Julián Escobar.
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