Imagen extraída de "1.bp.blogspot.com"
Las personas no podemos caminar en solitario. Y, los cristianos, tampoco.
María, con sus brazos, nos anima y nos empuja para encontrar el camino de la felicidad.
Ese sendero no es otro que el que lleva a JESÚS.
¿Cuánto tiempo hace que no has rezado un momento a la Virgen?
Que las condenas, como los aplausos, te sean indiferentes. ¡Eres lo que eres a los ojos de Dios! No te esfuerces en ser como la gente quiere que seas, sé simplemente, un buen cristiano.
Julián Escobar.
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