Imagen extraída de "3.bp.blogspot.com"
- ¿Intentas confundir con tus palabras a los demás?
- ¿Disfrazas la mentira con bonitas palabras?
Recuerdo a Luis Venillot, periodista francés de gran renombre, dijo: “El puñal más afilado, el veneno más fuerte y duradero es la pluma en manos sucias. Con ellas puedes corromper a un pueblo y a todo un siglo. Hoy se escriben cosas de las que se probará un día que fueron semillas del mal esparcidas”. Hay periodistas santos y otros menos buenos. ¿Qué se puede hacer para que quien lee los periódicos, escucha las tertulias, asiste a mítines… discierna lo verdadero de lo falso? ¿Eres tú las manos sucias que escriben y expanden porquerías, mentiras o medio-verdades? ¿Cuándo hablas de alguien, tus palabras, opiniones o pareceres, huelen a estiércol? Te recuerdo una famosa frase de mi hijo san Agustín: “Nuestra ley es la verdad, nuestra reina la caridad, nuestro fin la eternidad” ¿Harás tuya esta frase?
Julián Escobar.
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