Se afirma que lo que sentimos está fundamentalmente determinado por lo que pensamos. Reaccionamos a los acontecimientos según lo que pensamos, no según lo que son realmente. Recordemos el refrán: “Nada es verdad o es mentira, todo es según del cristal con que se mira”. ¿Qué piensa usted de usted mismo? ¿Por qué le importa más cómo lo ven los demás que cómo lo ve Dios? Con lo que comen los demás usted no se alimenta, ¿Por qué va a tener en cuenta lo que piensen de usted?
Julián Escobar.
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