Una petición extraña: “Señor, enséñanos a orar”. Los discípulos de Aristóteles, los de Platón, los de Sócrates, los de Nietzsche, ¿se les ocurrió pedir que les enseñaran a orar?
Desde que Cristo pronunció por vez primera el Padre nuestro. ¡Cuántos millones y millones cada día, desde hace dos mil años se dirigen a Dios con ella!
La Iglesia la conservó siempre como la oración principal. Desde el principio fue, y es, la oración representativa del cristianismo.
¿La recitas con frecuencia? Cuando te sientes triste o acorralado por adversidades rézala y sentirás alivio.
Julián Escobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario