Imagen extraída de "www.educa.madrid.org"
Según la leyenda griega, el dios Apolo puso un día su lira sobre una piedra, y la piedra bebió, sedienta, los últimos acordes pálidos de la lira…, se empapó de ellos; y en consecuencia, quien encuentre esta piedra maravillosa y se la acerque al oído percibirá el canto divino del Olimpo.
Esto no pasa de ser poesía, quimera vana. Pero no es poesía, no es mito, sino realidad santa, el que en cada alma humana está latente y duerme la imagen de Dios en tu alma; ligar mi entendimiento, mis inclinaciones, mis deseos, a su voluntad, ser consorte de la divina naturaleza (II Carta S Pedro 1,4): Ese debería ser el ideal de vida. ¿Lo es de tu vida?
Julián Escobar.
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