“Todos los días al levantarme le doy gracias a Dios por estar vivo y sano”, le decía un buen hombre al sacerdote de su parroquia. El sacerdote le dijo: “Está muy bien lo que haces, pero eso es media oración, la otra media que te falta es: gracias por mi esposa, por mis hijos y por todas las personas, porque me ayudan con lo bueno o malo a ser yo mejor persona, mejor cristiano”.
Cada día tiene usted que enseñar algo nuevo a los demás y aprender algo nuevo de ellos. No caiga usted en el error de creerse “auto-suficiente” en todo. Recuerde usted que a Dios le decimos: “danos hoy el pan de cada día” (Lc 11,3) y Jesús nos dio un mandamiento: “Que os améis unos a otros como Yo os he amado” (Jn 15, 12) ¡Sí, no le dé usted más vueltas! ¡También debe amar a los pelmazos y en lo posible “aguantarlos o soportarlos”!
- ¿Eres un pelmazo?
- ¿Te consideran un pelmazo?
Julián Escobar.
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