Cuaresma es tiempo de desempolvar al buen cristiano que llevamos dentro, olvidado o escondido. Jesús sale a nuestro encuentro cada día en la persona que no sonríe, en los que son amables, en los que nos ayudan en los momentos difíciles. Cuando nada necesitamos, cuando todo nos va bien, encontramos amigos por todas partes. Pero, ¿qué sucede cuando se cae en desgracia? En tales momentos, siempre, siempre queda el mejor amigo: Jesucristo.
- ¿Sabes apreciar a Cristo como tu mejor amigo?
- ¿Le das el lugar que le corresponde en tu vida?
Julián Escobar.