Dar testimonio…
De san Simeón, de sobrenombre “Salos, jurodivyje”, es decir, “loco por Cristo”, escribe su biógrafo que dejó de leer las Escrituras porque la conciencia del santo era tan limpia que todo lo comprendía sin necesidad de libros. Algo por el estilo le ocurría a san Antonio Abad: “¿Qué ha existido antes, la mente o los libros? Entonces, purifica tu mente y no necesitarás libros”. Pero tú y yo no somos santos así que necesitamos los libros Sagrados donde se nos ofrecen los testimonios sobre Jesús: Los profetas, Juan el Bautista, los Apóstoles… Cualquier cristiano debe de dar testimonio de Cristo y su Iglesia a las siguientes generaciones.
- ¿Lees la Biblia con regularidad?
- ¿Hablas a tus amigos de lo que lees en la Biblia?
Julián Escobar.
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