María esperó a su Hijo
Algunos autores dicen que la Virgen María no iba con las demás mujeres a embalsamar el cuerpo de su Hijo, porque Ella estaba segura de que las promesas de su Hijo se cumplirían: “¡Al tercer día resucitaré!”. Y siguen diciendo que Jesús se apareció en primer lugar a su Madre. Las demás mujeres, como los apóstoles, querían a Jesús, pero desconfiaron de sus promesas, pero la Virgen María, no sólo amaba a su Hijo, sino que creyó todo cuanto Él decía.
Es fácil amar a una persona, pero no creer en sus promesas. La Virgen María lo amó y lo creyó.
- ¿Crees tú en las promesas de Cristo?
- ¿Amas lo que crees?
Julián Escobar.
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