Imagen extraída de "4.bp.blogspot.com"
.No hay convivencia entre la tolerancia y el mal. Unos lobos intentaban hacer estragos en un rebaño de ovejas, pero unos buenos perros valientes y con grandes ladridos y dentellados lo mantenían a salvo. Pero las ovejas, aun reconociendo la labor de los perros, les pidieron que no ladraran tanto y que fueran menos agresivos con los lobos. Otros rebaños de ovejas pidieron tolerancia. Los perros obedecieron… en una semana el rebaño de ovejas había desaparecido.
Con el mal, con los instintos depredadores, la tolerancia debe ser cero.
- ¿Es usted tolerante con su egoísmo?
- ¿Sus caprichos son lobos que destrozan la convivencia?
Julián Escobar.
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