¿Admirar o envidiar?
Un proverbio francés dice que nadie es un genio para su ayudante de cámara. Y es que en la vida del día a día sale a la luz el mal carácter, los defectos, las debilidades, simpatías y antipatías. Siempre se ha dicho que el bosque se ve mejor desde fuera que desde dentro. A Jesús en su pueblo, Nazaret, le conocen desde dentro, desde las simpatías y antipatías que sentían hacia Él y su familia. Así que ahora lo estiman porque desde Jerusalén les ha llegado la noticia de los milagros que ha hecho. Pero, ¿era sincera la estima y la admiración con la que le reciben? ¡Cuántas veces decimos que estimamos y admiramos a alguien cuando en el fondo le odiamos o nos repele!
- ¿Sabe ver lo bueno de los miembros de su familia?
- ¿Anima con gusto la bondad de los que le rodean?
Julián Escobar.
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