.¿Cuándo nos desprenderemos de nuestras pequeñeces, de nuestros ruines deseos?
- No temamos a una vida nueva.
- No lamentemos el amor dado no correspondido.
- No tendamos a quejarnos continuamente.
- No nos atormentemos por los pecados, Dios es Misericordioso.
- No nos deprimamos por las críticas que recibimos. Si son ciertos, mejoremos. Si no lo son, olvidémoslas.
Para Dios somos únicos.
Para Cristo somos sus hermanos por Él salvados.
Para Espíritu Santo, templo suyo.
- ¿Las opiniones adversas a usted las lleva clavadas en su corazón?
- ¿Se siente agraciado con la Misericordia de Dios?
Julián Escobar.
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