Imagen extraída de "secretosdelfin.org"
Un amor sin obras es un fruto muy amargo. Un hijo le pregunta a su padre qué le hace estar casi siempre alegre. El padre le responde:
- Ir del brazo de Cristo. El Señor nos agarra del brazo y nos susurra: “rechaza los pensamientos y actitudes negativas. Si no te sueltas de mí siempre serás optimista”.
Amistades, noviazgos, matrimonios… se rompen por celos y pesimismos. Todos creemos que tenemos motivos para ser celosos o pesimistas, pero no es verdad. Cuando amamos de verdad, ni hay celos ni pesimismos.
- ¿Demuestras tu amor con obras?
- ¿Caes en los celos y en el pesimismo?
Julián Escobar.
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