“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17).
En cierta ocasión, un hippy que vivía en una cueva en el Sudeste de los Estados Unidos estaba decidido a dar fin a su vida. Había buscado placer en el licor, las drogas, el sexo y el ocultismo. Pero después de probar todo esto se sentía terriblemente vacío y no podía encontrar la salida a su miseria.
Acurrucado en el fondo de la cueva, clamó desde lo profundo de su alma: “Oh Dios, si es que hay Dios, revélate a mí, o terminaré con mi vida”.
Algo profundo sintió en su corazón:
- ¿Lees el Evangelio en los momentos de crisis?
- ¿Rezas en los momentos de estrés?
Julián Escobar.
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