“Como cordero fue llevado al matadero...” (Isaías 53:7b).
Cristo es Cordero codiciable, el más justo de los justos. Cuando es llevado al lugar de ejecución, está en la flor de la vida.
No sólo es inocente, es santo, inofensivo, separado de los pecadores y sin mancha. No parece haber razón para que alguien tan puro tenga que morir.
Pero sus verdugos le toman y fijan con clavos sus manos y pies a la Cruz. Allí sufre los densos tormentos y los horrores del infierno como Sustituto de los pecadores. A pesar de todo esto Sus ojos están llenos de amor y perdón.
Mas el tiempo de Su sufrimiento llega a su fin. Entrega el espíritu y Su cuerpo cuelga flácido de la Cruz. Un soldado atraviesa Su costado... sangre y agua fluyen a borbotones. El Cordero de Dios ha muerto.
- ¿Ves a Cristo como el Inocente que carga con tus pecados?
- ¿Ves a Cristo como el que jamás te abandona?
Julián Escobar.
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