Imagen extraída de "us.123rf.com"
Si no nadamos nos ahogamos
Un hombre va en barca por el río, viene una ráfaga impetuosa de viento, vuelca la barca y la corriente la arrastra hasta hacerla trizas en las rocas. El hombre bracea, la corriente es fuerte. “¡Si no braceo con fuerza y sin pereza, la corriente me estrellará contra las rocas!” piensa el barquero. Y con esfuerzo agotador, pudo salir del río. Así, quien quiera ser buen cristiano debe bracear contra esas corrientes anti-católicas. Si deja de bracear, será arrastrado por esas corrientes y terminará ahogándose su fe, esperanza y caridad. ¡Hay que esforzarse y bracear!
- ¿Se deja arrastrar por pereza?
- ¿Se esfuerza para no ser arrastrado por corrientes anti-católicas?
Julián Escobar.
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