Imagen extraída de "4.bp.blogspot.com"
La riqueza es una bendición si sirve para hacer el bien. Si el dinero no sirve para hacer el bien, conduce y arrastra, como aguas turbulentas, al mal y a la perdición. La persona que tiene dinero y no piensa en Dios, cree que no necesita a Dios porque con “su dinero” lo consigue todo, terminan siendo gigantes con piernas y pies de barro-cieno. Las lágrimas de Dios por los ricos egoístas terminarán derrumbándolos. No es malo que se celebren banquetes, pero siempre que a sus puertas no haya personas muriendo de hambre, enfermedad, incultura… En contra de Caín, somos guardianes de nuestros hermanos los hombres.
- ¿Te ciega la riqueza?
- ¿Compartes algo de lo que tienes con los demás?
Julián Escobar.
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