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El corazón al aire y sol de Dios
Tenéis trigo en un sótano. Los sótanos están húmedos y el trigo empieza a pudrirse y tener gusanos. ¿Qué se hace? Sacarlos al sol y al aire. Esto mismo ocurre con muchos corazones. Están siempre en sótanos de egoísmo, de orgullo, de soberbia, de gritos y de enfados, y se van pudriendo y agusanándose. ¿Y qué se puede hacer? Sacarlos al aire de la generosidad y al sol del Amor de Dios y de los demás. Recordemos que en la Misa nos invita el Sacerdote a “levantar el corazón” y todos respondemos: “¡Lo tenemos levantado hacia el Señor!”.
- ¿Tiene usted su corazón levantado hacia Dios?
- ¿Aire usted su corazón con las obras de Misericordia?
Julián Escobar.
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