Imagen extraída de "www.10puntos.com"
¿Todo llega a saberse?
San Ignacio de Loyola comparaba al diablo con un don Juan, con un seductor que quiere engañar a una joven ingenua. Le dice mil cosas, pero quiere que todo quede en secreto, pues si se hace público, él fracasará. Hay que ser cuidadosos con los secretos, pues casi nunca llevan buenas intenciones. Muchos se creen que son tan maduros que ven el bien y el mal por sí solos, pero olvidan que el mal siempre confunde y susurra: “Guárdalo en secreto, nadie se enterará”. Ya dice el refrán: “Ven más cuatro ojos que dos”. El mal, como el egoísmo, es seductor. ¿Te dejas fácilmente seducir? ¿Te gusta que te cuenten secretos? ¿Cacareas secretos para darte importancia?
Julián Escobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario