¡Es una tentación!
Muchos sufren la tentación de creerse que su vida será mejor en otro lugar y con otras personas. Creen que allí encontrarán personas más afectuosas, agradables y simpáticas, pues las que ahora tienen a su alrededor son insoportables. Pero en pocas ocasiones ocurre esto. La mayoría de las veces es uno mismo el culpable de disgustos y desavenencias. Si el problema eres tú, lo llevarás allá donde vayas. ¿Quieres el mejor camino para sentirte satisfecho y encontrarte a gusto estés donde estés? Pues recuerda las palabras de Jesús: “Yo soy el Camino…”. Procura que tu corazón no sea un “zorro” que sólo sale de su madriguera para buscar rapiña, es decir, satisfacer sus egoísmos y culpar a los demás de ser insoportables.
- ¿Culpas a los demás de tus problemas?
- ¿Vas por la vida como un “zorro” astuto?
Julián Escobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario