Imagen extraída de "psicoblog.com"
¿Qué opinión tienes de ti mismo?
La persona humilde es aquella que ni se sobrevalora ni infravalora. Una persona humilde jamás es super-orgullosa, sabe discernir lo que vale y lo que valen los demás.
Los antiguos hablaban de la rueda de la vida: quien va por lo alto, después comienza a bajar, y quien desciende, tiene la esperanza de volver a subir. Pero los cristianos sabemos que importa poco estar en alza o baja según los criterios humanos, sino vivir en sintonía con el Evangelio. Ser grande, ser importante, es ser útil a los demás. El mismo Cristo estuvo, y está, en medio de nosotros como servidor. Se dice que “hay más felicidad en dar que en recibir”. Y servir es dar lo bueno de nosotros a los demás. ¡Tener el primer puesto de servidor!
- ¿Te consideras humilde?
- ¿Te gusta llamar la atención?
Julián Escobar.
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