¿Hay esperanza mientras hay vida?
Los sencillos y abiertos a Dios, se convierten en sabios de la vida. Los demás están sepultados vivos.
Una persona visitaba un cementerio y oyó:
- ¡Socorro, sacarme de aquí! ¡Sacarme de aquí!
El hombre fue hasta el lugar de donde venían las voces. Del interior de una tumba salía al exterior una mano y los gritos:
- ¡Sacarme de aquí, que estoy vivo!
El visitante dio una patada a aquella mano para que volviera a la tumba, colocó bien la losa y dijo:
- Tú no estás vivo. Lo que estás es mal enterrado.
Puede ser humor negro, pero también aprender a no dar a nadie por muerto a la Gracia Divina. Cristo tiene la misión de recomponer la caña cascada y reavivar la noche que aún humea (Mt 12, 20).
- ¿Ayudas a levantarse a los caídos?
- ¿Qué cosas buenas te propones hacer este Adviento?
No pongas fronteras a tu buen actuar, ni permanezcas sepultado por tu pasado. Ten como horizonte a Dios y camina hacia Él sin dar pisotones a nadie.
Julián Escobar.
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