¡Antes en el corazón!
La Virgen María recibió a Cristo en su corazón antes de recibirlo en su vientre. Al decir Fíat (Sí) María se convirtió en la puerta por la que entraba Dios para hacerse hombre y habitar entre los hombres.
De una u otra forma, todos tenemos que ser “puertas” por la que los demás lleguen a Cristo. ¿Cómo puede ser así? Estando a favor de Dios. A Abraham Lincoln alguien le dijo: “Toda mi vida he combatido en favor de Dios”. El presidente norteamericano le respondió: “¿Y Dios estaba de su parte?”.
- En lo que haces, ¿Está Dios de tu parte?
- ¿Dices sí a la voluntad de Dios?
Un místico dominico de la Edad Media, Eckhart, decía: “Todos estamos llamados a ser madres de Dios… pues Dios siempre necesita nacer”. Nacer cada día en nosotros, y por nuestras palabras y obras, nacer en los demás.
Julián Escobar.
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