¡Lo que no sirve, se tala!
El fundador de la Casa de Austria, Rodolfo de Habsburgo, luego rey de Alemania en el año 1273, iba un día a caballo por un camino y se encontró con un sacerdote que le llevaba la comunión a un enfermo. Rodolfo se bajó del caballo e hizo subir al sacerdote, y él mismo llevó las bridas del caballo. Llegados al lugar, le regaló el caballo al sacerdote diciéndole: “Yo no soy digno de volver al montarlo después de haber sido portador de Dios”. Pero todos cuando comulgamos somos “portadores de Cristo”. Los fariseos y saduceos se tenían por “portadores” de la Ley y de Yahvé, pero su hipocresía lo desdecía.
- ¿Te dedicas a criticar a los demás con la excusa de que es por su bien?
- ¿Eres portador del Evangelio?
La excusa de “no lo siento, y si no se hace con ganas es mejor no hacerlo”, es mentira. Si uno se está muriendo de hambre, ¿dejará que se muera porque no se siente con ganas, motivado para darle de comer?
Julián Escobar.
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