¡De pie para trabajar, de rodillas por orar!
Un gracioso decía: “El sol no se ofende por el hecho de que le demos la espalda, está demasiado alto como para que le afecte, así le ocurre a Dios con nuestros pecados.
Un amigo le preguntó: “Si tú vives en América y tus hijos en la India y uno de ellos roba o mata a uno de sus hermanos, ¿a ti no te afectará por estar lejos? Además Dios no está lejos; para Él no cuenta ni el espacio ni el tiempo.
La fe. Los hombres que llevaban al paralítico y que lo subieron a la azotea para descargarlo delante de Jesús, más la fe del enfermo, hizo que Jesús le dijera: “Yo te perdono los pecados”.
- ¿Crees que Dios no se entera de tus pecados?
- ¿Crees que a Dios no le duele tus faltas de amor?
Sabes que si lanzas una piedra al cielo te caerá a ti, sobre tu cabeza. Si lanzas una súplica, te caerá gracia divina. ¡Nunca lances contra el cielo o contra los demás ofensa alguna, por si cae sobre ti!
Julián Escobar.
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