¿Nos consideramos oveja perdida?
Por mucha fuerza de voluntad que tengamos sino contamos con la gracia de Dios, poco podemos conseguir. San Agustín que lo sabía por experiencia se oponía a los pedagianos (el hombre es autónomo para conseguir la salvación. El papel de Cristo es sobre todo ejemplarizador. Es una herejía del siglo V.) que afirmaban para salvarse bastaba con la fuerza de la voluntad. ¡Ningún pecador puede convertirse por sí solo, tenga una fuerte o débil voluntad! Por eso, Jesús es el Pastor que busca continuadamente a los que andan perdidos.
- ¿En qué andas perdido?
- ¿Buscas la compañía de Jesús?
“Intentar salvar al menos un alma, conducir por el justo sendero al menos a una persona perdida, ¡y así sabréis lo que es el verdadero gozo!”. (San Juan Crisóstomo).
Julián Escobar.
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