Imagen extraída de "www.abc.es"
¿Sufren parálisis tus buenos sentimientos?
Jesús debe ser nuestro “nervio” motor, sin él nuestros buenos sentimientos se paralizarán, se atrofiarán. Así, santo Tomás de Aquino decía: “la devoción es propensión a todo bien”.
- Estoy paralizado para hacer el bien.
- Podría hacer el bien, pero no lo hago.
- Podría rezar, pero no rezo.
- Podría sentir, pero no siento porque mi corazón se ha convertido en piedra.
- Podría amar a los demás, pero sólo me amo a mí, y me amo mal.
La reconciliación con Dios vuelve a poner en activo, en pie a aquel que estaba paralizado por haberse apartado de la gracia divina. Toda persona que se arrepiente de sus pecados, Dios lo toma de la mano y lo ponen en pie.
- ¿Tienes atrofiados tus buenos sentimientos?
- ¿Le pides a Dios su perdón y te pones en pie?
No olvides que la naturaleza humana tiende más a hacer el mal que a hacer el bien, por eso vigila a tus hijos y educaos en hacer el bien.
Julián Escobar.
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