¡Aprender de lo bueno!
Cristo nos dice que aprendamos lo bueno de cada persona. Todos tenemos cosas buenas y algunas malas. Maestro es el que enseña a discernir entre lo bueno y lo malo. “Haced lo que os dicen, no hagáis lo que ellos hacen”.
La indiferencia es lo que mata pues no sirve para nada. Las personas indiferentes, ¿para qué sirven? Los apasionados, inyectan vida. ¡Vivir compasión!
Cristo vivió CON-PASIÓN, apasionadamente las alegrías y las penas de las personas. Los apasionados mueven el mundo, los indiferentes lo pasan. ¿De qué sirve un buen motor de un magnífico coche si no tiene combustible? ¡Los apasionados mueven el mundo!
Sentir CON-PASIÓN no es sólo “compadecerse” del sufrimiento ajenos, sino infundir vida a lo que está medio muerto.
- ¿Te fijas en lo bueno o malo de los demás?
- ¿Eres apasionado o indiferente?
Julián Escobar.
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